Por beniezu
Hasta cuando la farsa
La burguesía, está muy feliz, con su
peculiar metodología de hacer política, con su concepto de “democracia delegada” donde cada
“sujeto-ciudadano” delega su opinión o lo que podríamos llamar su porción
de poder decisorio individual en un representante de su presunta confianza, todo esto escenificado por medio del sufragio universal y
el voto. El “sujeto-votante” deposita un voto en una urna escogiendo al
candidato, aquel que más le gusta, y si es el ganador, será el que tenga el
poder de legislar en su nombre pues formara una parte de la mayoría vencedora.
Suena bonito y democrático, los candidatos en periodo electoral son todo
simpatía y atención y hasta entran en tu casa para ver si necesitas algo
especial, es un decir. Cuando han arramplado “pedazo de poder “o no lo
han conseguido y se retiran a esperar a las próximas elecciones… si te he visto
no me acuerdo y a esperar cuatro años más para volver a empezar con la misma
tomadura de pelo.
No
se puede esperar otra cosa de quienes entiende la política como un medio de
promoción personal y profesional poniéndose al servicio de un poder burgués ya
establecido materializado en forma de ESTADO y asentado de antemano. Un poder, el del Estado, que va representar prioritariamente
los intereses de la clase social burguesa, que, antaño, fue conquistado y de
forma violenta a aquel otro modelo de Estado absolutista a
los monárquicos!! Quien lo diría ellos tan demócratas¡¡ Queda muy lejana
la Revolución Francesa y similares, pero conviene no olvidar cómo funciona la
historia y su evolución cambiante en distintas formas de estado y de gobierno.
Y así pues la burguesía como clase social y en las sociedades occidentales tomo
el poder más o menos unos trescientos años atrás y a partir de entonces, allá donde
se instauro organizo los estados siempre para favorecer a su clase social y
nadie los podrá desplazar de poder por los medios tradicionales de las urnas
pues su poder vasado en el control del Estado no podrá
ser cuestionado, ni desplazado. Solo lo podrá ser hecho del mismo modo que la burguesía
se izo con el control del estado,
violentamente y tras una revolución.
La burguesía se apega al poder del Estado como si
este lo seria para toda la
eternidad, es como si este hubiese sido instaurado por un dios burgués. Esta es la
cuestión y la clave del cinismo de la política burguesa. Tiene el poder y no permiten que nadie se lo
arrebate. Todo su “chiringuito” del “Sufragio universal “y de su presunta
“democracia burguesa”, no es más que una burda escenificación para ocultar la
realidad de que gane quien gane solo podrá hacerlo algún representante de la casta dominante burguesa, y si lo hace... que se atenga a las
consecuencias. La historia está repleta de ejemplos del modo como acabaron los Frentes de izquierdas que formaron gobiernos progresistas, masacrados
siempre por militares vende patrias rebeliones
militares y dictaduras. Es así como la burguesía entiende su “democracia “y su sufragio universal, la
acepta cuando le es útil y gana, cuando pierde y la incómoda, la destruye.
Dicen que por estas tierras carpetovetónicas hubo alguien que en una
ocasión entro en política en un gobierno de la burguesía con vocación de
servicio, pero que no tardo en adaptarse al estilo de la mayoría tras descubrir
que había que hacer lo que todos hacían, que es servir al capital, y
ya sabe quién sirve a un ladrón aprende de su patrón. Quien espere otra
cosa del político burgués, esta apañado.
El poder político
autentico y representativo, el que de verdad sirva
a los intereses de la mayoritaria clase trabajadora solo puede y debe ser
conquistarlo por los propios interesados, por la propia clase trabajadora y en su propio nombre exclusivo que
asumirá en adelante ser la clase mayoritaria determinante y dominante en el nuevo modelo de Estado,
desplazando del poder a la burguesía y a su modelo de dominación
exclusiva.
Y este cambio tenemos que considerar como una acción de cambio necesaria
y oportuna para el equilibrio y el desarrollo social e histórico de
la sociedad. Y esta conquista nunca se podrá hacerlo solo con la acción
de los votos como método exclusivo, sino que los votos y la lucha institucional
servirán como complemento a la ‘’Praxis de lucha’’ metodología o arma
que debe ser implementada por las propias masas trabajadoras para la
transformación política que se fundamenta en el conocimiento de
la realidad política como el nexo necesario
para la acción política transformadora. El
conocimiento genera la concienciación y la determinación y está la organización junto a la
acción directa de las masas que serán las armas fundamentales para la
transformación política
En una palabra; Con
las movilizaciones y la acción permanente de las masas movilizadas ocupando
plazas, universidades, barrios, calles, y lugares de trabajo, como las
necesarias herramientas políticas de expresión y presión. Las
movilizaciones, la acción constante consciente y dinámica de las masas deben
suplir a la “acción” pasiva del “solo voto” que debe pasar a un papel
secundario y complementario en su lucha por la emancipación.
Esta es la necesaria Praxis de lucha y transformación que hará que las masas alcancen el poder político. Poder
político que nunca se lograra por la vía exclusiva del voto delegado como
único gesto político, pues la acción de votar en sí misma, tal y como han sido
montados los mecanismos electorales, no dejara de ser un acto pasivo estéril y
legitimador del propio Sistema si no va acompañado paralelamente de la Praxis de lucha de las masas
Desconfiar de la demagogia y charlatanería de los políticos que
suelen ser muy agresivos y gráficos describiendo las maldades del Régimen y
haciendo grandes promesas de justicia y honradez, pues solo suele ser
palabrería, su auténtico mensaje siempre será el clásico ‘’Votadme a mí y no
hagáis nada más, confiar en la legalidad y honestidad del Estado”( Un
Estado, no olvidemos ,que está al servicio del Sistema Capitalismo y de
sus servidores ) un Sistema que
busca adormilar y amansar a las masas trabajadoras, para desviarles del único
camino para su emancipación; su participación directa y organizada como clase
social, en la acción política para la toma del Poder. Es
preciso rechazar hipócritas delegaciones electoralistas que serán todos
aquellos que legitiman y dan por valido este Régimen pues todos ellos
cargan el germen de la corrupción.
Desconfiar pues de aquellos falsos políticos que se dicen de izquierdas pero en su discurso no dicen una sola palabra sobre el origen y las causa del todos los males que sufren las clases más desfavorecidas del mundo del trabajo y ocultan que es el propio Estado Monárquico y sus estructuras neo franquistas y capitalistas el origen del mal, y huyen por cobardía ,traición o ambición personal, de hablar de la necesidad del cambio del modelo de Estado actual por otro de carácter Republicano y popular para ponerlo al servicio de la clase social trabajadora mayoritaria Y si no lo hacen, que nadie lo dude es porque son profesionales al servicio de este Estado corrupto capitalista.
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